lunes, 22 de septiembre de 2008

EVANGELIO Domingo 21 de Septiembre 2008

Mateo 20,1-16

¿Vas a tener tú envidia porque soy bueno?

Lectura del santo evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia por que yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos."

COMENTARIO Padre Julián Riquelme OP

a) Contexto

En la parábola de los "trabajadores de la viña", los de la primera hora son los dirigentes judíos del tiempo de Jesús. Ellos piensan que, con su pueblo, son los únicos beneficiarios de las promesas divinas hechas a Abraham y de la Alianza celebrada entre Dios y Moisés. Quienes no cumplen las leyes mosaicas y los extranjeros quedan excluidos de estos privilegios.

En el mismo trozo del Evangelio, los operarios de la última hora son los pecadores y los paganos. Jesús trata con ellos, pues desea que palpen la bondad soberana de Dios Padre.
Esta actitud de Cristo causa escándalo, conflictos y murmuraciones entre los fariseos y los maestros de la ley. Se llenan de envidia y rabia, porque la gente sigue al Señor. Sus malos ojos y el rencor los impulsarán un día a crucificar a Jesús.

b) Contenido La parábola está construida con cuatro imágenes ilustrativas:

La autoridad soberana del dueño de la viña. El dueño representa a Dios; el capataz es figura de Cristo. Para los israelitas, Dios es el único, que puede actuar como Amo absoluto de la historia humana; cualquier otro ser, que pretenda arrogarse tal poder, cometería un sacrilegio (Mt 20,1-2.8). Con todo, el actuar de Dios nunca va contra la justicia social, sino que la presupone y trata de llevarla a plenitud.

Los varios turnos de contratados o apalabrados. A los primeros grupos se les promete un jornal justo; a los últimos ni siquiera se les habla del pago, porque no pueden aspirar a un verdadero salario (Mt 20,3-7).

El jornal completo comenzando por los últimos. El sueldo completo de un día simboliza la soberana bondad del dueño de la viña. El pago se inicia por los últimos contratados, para describir mejor las murmuraciones de los otros jornaleros y resaltar la actitud del dueño (Mt 20,8-10).

Diálogo entre el dueño y quienes murmuran. La generosidad del dueño de la viña, especialmente para con los últimos trabajadores, da la nota característica de esta comparación literaria (Mt 20,11-15).

s primeros en experimentar la bondad del dueño de la viña (Mt 20,16). Así la bondad de Dios se convierteLa frase final de la parábola resume su mensaje: Los últimos, que pasan a ser los primeros, son los trabajadores de las cinco de la tarde, ya que son lo, para los creyentes, en la fuente más poderosa, que irriga el sentido de la vida.

c) Leer la Biblia agradeciendo la gratuidad de Dios
Primero, ubicar el mensaje del texto. Después, agradecer al Señor porque nos ama y nos invita a vivenciar su Palabra.d) Los méritos y la gratuidad en nuestra religiosidad

A veces, en nuestra religiosidad, se piensa que Dios queda obligado a darnos lo que pedimos si realizamos determinadas obras buenas. Esta es una mentalidad religiosa comercial o mercantil.
Cuando descubrimos que la medida de Dios es el amor, se comienza a purificar su imagen en nosotros. Él es absolutamente gratuito.

PARA LA REFLEXIÓN


1. ¿Cuál es la situación de la gente de entonces?
2. ¿Qué necesitas aclarar en el texto?
3. ¿Cuál es la intuición básica de la parábola?
4. ¿Me preocupo más de los méritos que de experimentar la gratuidad de Dios?
5. ¿Qué lecciones sacas de este trozo bíblico?


fr. Julián Riquelme, op

Nuestros Agradecimientos al Padre Julián


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